La ciudad de Torreón se encuentra en el centro de una crisis sanitaria sin precedentes, debido al alarmante aumento de casos de hepatitis durante el año 2024.
Según cifras preliminares proporcionadas por la Secretaría de Salud de Coahuila (SSC), hasta el 15 de noviembre se han registrado un total de mil 304 casos de hepatitis vírica A, lo que representa un aumento del 650% en comparación con el año anterior, cuando se notificaron solamente 174 casos.
Esta situación revela un grave problema de salud pública que actualmente afecta a 715 hombres y 589 mujeres en la región. Asimismo, se ha observado una tendencia similar en los casos de hepatitis vírica B, con un incremento del 175%, pasando de 4 casos en 2023 a 11 casos en el presente año.
Estos números muestran un panorama preocupante en el que la afectación se ha concentrado principalmente en cinco personas del sexo masculino y seis del sexo femenino.
Aumento de hepatitis en Torreón
Mediante un ejercicio de acceso a información pública solicitada vía la Plataforma Nacional de Transparencia y proporcionada por la SSC, se ha podido observar que el registro histórico de casos de hepatitis en Torreón entre 2019 y 2022 mostraba una incidencia controlada, hasta que en 2023 se dispararon los casos.
Esta tendencia al alza ha alcanzado su punto crítico en 2024, con un drástico incremento en el número de enfermos, superando la barrera de los mil casos.
La hepatitis A y B pueden presentarse de manera asintomática en un porcentaje significativo de casos, pero cuando los síntomas se manifiestan incluyen cansancio extremo, fiebre, dolores musculares, náuseas, diarrea, ictericia, entre otros signos.
La hepatitis A se transmite principalmente a través de agua y alimentos contaminados, mientras que la hepatitis B tiene otras vías de transmisión como el contacto con sangre, saliva, semen y secreciones vaginales.
El aumento en los casos de hepatitis en Torreón parece estar relacionado con la desigualdad en el acceso a servicios básicos como agua potable y saneamiento, especialmente en zonas como el sur y suroriente de la ciudad.
Las autoridades han reconocido la gravedad de la situación y han anunciado medidas para controlar el brote, incluyendo la distribución de vacunas, controles sanitarios más estrictos y campañas de concientización sobre la importancia de la higiene.
La comunidad médica y académica en Torreón se encuentra investigando las posibles causas subyacentes del brote, como cambios en el acceso al agua potable, manejo inadecuado de residuos y falta de infraestructura en ciertas áreas. Estas investigaciones son esenciales para implementar soluciones a largo plazo que reduzcan la incidencia de enfermedades transmitidas por agua y alimentos.