Sal de tu propio camino
A veces, no descubres realmente las profundidades de tu propio poder hasta que se te da una oportunidad que se siente un poco fuera de tu zona de confort.
Tocan a la puerta y dices que sí. Dices que sí porque te recuerdan que estos golpes son las bujías que mantienen el espacio para que lleguemos nuevamente a la verdad de que somos verdaderamente poderosos más allá de toda medida.
Que tenemos dones individuales para potenciar, encender, explorar, crecer y compartir con los humanos que nos rodean. Que tenemos inhibiciones, miedos, dudas y vergüenza que erradicar y superar.
Y el empujar/jalar el dar/ir el si/no de esta atrás y adelante es la maravilla y la alegría de esta hermosa y desordenada cosa mágica que llamamos vida.
Vinimos aquí para analizar cada pequeña historia que nos dice que no somos suficientes, que no somos capaces, que no somos dignos, que no somos lo suficientemente buenos, que no somos lo suficientemente fuertes.
Cada pequeño pensamiento que nos impide creer en nuestra propia belleza, habilidades, poder, abundancia y luz. Cada pequeño pensamiento que nos mantiene atrapados, aquí. No decir sí a cosas que sabemos que tienen la capacidad de expandirnos. No decir sí a una vida que sabemos que hemos nacido para vivir.
Para desglosarlos y realmente comenzar a aprovechar, sintonizar, encender esa magia e intuición que vive dentro. Y permitir que esto nos guíe para ver nuestra propia luz interior. Que arde más brillante de lo que podemos imaginar.