Todos tenemos que empezar en algún lugar
Empieza ahora. Comienza donde estás. Empieza con el miedo. Comienza con tu dolor. Comience con esas incertidumbres, preguntas y líneas borrosas.
No importa en qué situación te encuentres en este momento, lo que importa es que sabes que tienes que empezar.
Comienza a progresar, comienza a hacer un cambio. Empieza a creer, empieza a confiar. Comienza con el pensamiento de que nada permanece igual, que no puedes buscar la permanencia en personas, sentimientos y atención temporales.
Comienza a salir de tu zona de confort, sal de tu propio caparazón y ve que hay más en el universo que estás viviendo, que en el camino descubrirás cosas sobre ti mismo que creías que no eras capaz de hacer.
Empieza con algo que te permita encontrarte a ti mismo una vez más. Comienza a encontrar tu propia felicidad, comienza a pensar que lo vales, que mereces las cosas por las que estás orando.
Comienza contraatacar, ponte de pie y junta tus piezas, empieza a construir lo que se perdió.
Comience con su vulnerabilidad.
Empieza con cualquier cosa que te haga moverte, que te empuje a salir de donde estás atrapado en este momento.
Algo que los sacará de esa jaula de vacío, algo que los liberará de las cadenas de sacar sus potenciales.
Sea lo que sea, empieza y hazlo. Comienza con esa voz dentro de tu cabeza que te dice que lo intentes al menos una vez.
Comienza a salir de lo que te está cercando. Empieza por tener pequeñas victorias. Empezar con pequeños pasos, con poco a poco.
Recuerda, no tiene que ser un gran cambio. No requiere una gran cantidad de fuerza. Solo tienes que ser lo suficientemente valiente como para mover los pies.
Nunca pasará nada si te quedas donde estás. La vida es una serie de elecciones y opciones