Ajustes
Por: Emmanuel Salazar
El tercer informe de Gobierno estatal se encuentra a la vuelta de la esquina y junto con ello la posibilidad de una renovación en el gabinete estatal con el objetivo de enfilarse a la segunda mitad del sexenio del gobernador José Aispuro Torres.
El propio Ejecutivo estatal se ha dado a la tarea de anunciar que habrá cambios en sus colaboradores, lo cual debe ocurrir para poder otorgar un impulso adicional al trabajo que se ha desarrollado hasta ahora, en donde hace falta indudablemente redoblar esfuerzos.
El gobernador Aispuro Torres requiere en definitiva reimpulsar su administración para poder dejar tras de sí señales de su paso por el Gobierno estatal, al que tanto aspiró y que le llevó incluso a recrear su carrera política en el PAN.
Las difíciles condiciones que viven las entidades federativas, y de forma especial Durango ante su dependencia en los recursos federales para poder operar su funcionamiento, requieren de colaboradores hasta cierto punto con mayor iniciativa para intentar gestionar ante las instancias federales respaldo económico para proyectos de impacto, aquellos que puedan ayudar a transformar la realidad duranguense.
Durango requiere además de impulsar proyectos que puedan detonar el desarrollo, alentar la generación de empleos a través de la atracción de empresas que puedan invertir en la entidad.
Nuestro Durango requiere empleo, le urge fuentes de ocupación para su población demandante de trabajo bien pagado, y que en lo posible se encuentre dentro de la formalidad, pues actualmente alrededor de la mitad de quienes se encuentran en las fuerza laboral está en términos de la informalidad.
Los cambios siempre serán para bien, así que el Gobernador puede adentrarse en la renovación de sus colaboradores que le permita avanzar lo más rápido posible durante lo que resta de su Gobierno.
Hasta ahora, en la capital del estado difícilmente podemos ubicar alguna obra relevante que se pueda atribuir al sexenio en curso, ello frente a la idea que en la región Laguna de Durango se ha impulsado más la obra, aun y cuando los duranguenses de aquella zona se quejan de la falta de las acciones de Gobierno.
Independientemente de lo que pueda ejecutar, Durango requiere más que una obra de relumbrón, acciones que permitan detonar el crecimiento económico.
Presumiblemente, ante la falta de apoyo federal, la entidad recurrirá a las Asociaciones Público Privadas, y ojalá así sea, pero que sea para proyectos que impacten el desarrollo estatal.