Ambiente Político… Como “Amlillo al Evo”
Por: Eduardo Serrano
Las crisis del Gobierno de la República en materia de seguridad, de crecimiento económico, de salud, de ineficiencia en la aplicación de programas federales, y las derivadas de las discusiones por el tema presupuestal para los estados -que por cierto, está a punto de definirse-, además de las broncas que le provoca el Poder Legislativo, con acciones como la imposición de Rosario Piedra al frente de la CNDH; o los pleitos internos del que todavía es su partido, -no por filiación, sino por creación-, es imposible que se resuelvan con “mañaneras” evasivas, que no son otra cosa que espacios que ciertamente marcaron por varios meses la agenda mediática y de opinión, pero han sido desplazadas por la cruda realidad que vivimos los gobernados, incluidos los diversos tipos de mexicanos de acuerdo con la “clasificación” a la que hemos sido “transformados”, es decir, «conservadores», «fifís», «chairos», «neoliberales», «mafiosos del poder», «progresistas» y un nutrido etcétera.
Por eso es de vital importancia hacer algo para solucionar las crisis. Lo mejor, desde luego, es atender de manera decidida la problemática con replanteamiento de estrategias, de esas conocidas como “golpes de timón”. Sin embargo, puede resultar más atractivo, -y no por ello más eficaz-, la creación de “distractores”, es decir, cortinas de humo que enturbien la visibilidad de la realidad. En un momento dado, se pueden aprovechar al máximo las coyunturas que ofrece el Ambiente Político, ¡sí!, esas situaciones que, como dice el dicho, quedan “como anillo al dedo”, puesto que permiten despresurizar el humor social, aunque en ese pecado, se lleve la penitencia. El caso del rescate del “perseguido” Evo Morales, podría encajar bastante bien, así, como anillo al dedo, pues en efecto es un gesto de buena voluntad ante la situación que priva en su país de origen, del cual salió huyendo tras el golpe de Estado que lo obligó a dimitir del cargo de primer mandatario.
Y es que, tras un prolongado periodo de mandato, en el que es lógico, el “pobrecito” Evo sintió que la “silla presidencial” lo enamoró al grado tal, que las hemorroides del poder, no lo alertaron a tiempo del descontento social y del lamento boliviano. Para su fortuna, le tendieron la mano varios países, pero el “compañero” Evo no pudo resistirse a la invitación de asilo político del Gobierno mexicano, el cual le ofreció, adelantándose al «Buen Fin», ¡una ganga!, ¡el “Paquete Esfumes”!, que incluye traslado en avión de la Fuerza Área, gastos de viaje para él y sus acompañantes; alimentación y un bono de manutención que ya está promoviendo el compañero Fernández Noroña, quien por iniciativa propia propuso a los integrantes del “movimiento”, una cooperacha mensual de 500 pesos cada uno, para que el “compañero” Morales no pasara hambres, y añadió: ¡Alcanzará perfecto ya que somos un chingo!
Evo, conmovido con AMLO y con el pueblo mexicano, agradeció que le “hayamos” salvado la vida, y en un gesto por demás emotivo, a través de Twitter, le deseó enorme éxito a “nuestro” Presidente con sus políticas sociales “a favor de los más pobres, con dignidad y soberanía”. El más agradecido fue su anfitrión, al cabo, las situaciones frívolas del país, como la inseguridad y el presupuesto, pues luego lo vemos, eso no urge, ¡primero lo primero!, que el Sr. Morales, nombrado además “Huésped Distinguido de la Ciudad de México”, tenga casa, vestido y sustento, ya que con eso, se tiene al pueblo muy contento, ¡¿y cómo no estarlo?!, si Evo acapara los reflectores después de varias semanas en las que México fue el centro de atención de las miradas del mundo, y no precisamente por sus buenas decisiones. Entonces, no solo hay que reconocerle a la «4T» su gesto diplomático y su hospitalidad, sino su habilidad para manejar la coyuntura, y acomodar las cosas para que le queden así, como “anillo al dedo”.