Por: Eduardo Serrano

Por increíble que parezca, todavía hay personas que consideran que el Coronavirus no existe, que es solo un invento del “Gobierno”. Tal vez aquel pasado 22 de abril, cuando Hugo López-Gatell estimó que habría entre seis mil y ocho mil defunciones por COVID19, lo hizo bajo el método del “tanteómetro”, pero a estas alturas en las que nuestro país se encuentra a punto de superar los 40 mil fallecimientos, se ha perdido toda seriedad y confianza en lo que diga o deje de decir el “rockstar” de las epidemias, ese que vio los destellos de la inmune “fuerza moral” del Presidente de la República; aquel que desestimó el uso del cubrebocas y ahora milagrosamente, ve en ese artículo, un elemento favorable para detener los contagios. No hay de otra, la estrategia de “Susana Distancia” quedó atrás, ahora la apuesta es a “Susano Juicio”, es decir, a una responsabilidad personal y colectiva que debe tener por objeto primordial, preservar la vida ante la evidente presencia de la pandemia.

Con la reapertura de algunos espacios públicos y el regreso a las actividades en una nueva normalidad, los altos índices de contagios y defunciones por el COVID-19, volvieron a ser noticia en las mesas de redacción de los diferentes medios de comunicación en Durango, lo que motivó al gobernador del estado, José Rosas Aispuro, a realizar una convocatoria sin precedentes, un acuerdo histórico para avanzar en el combate a la pandemia, como él mismo calificó al Pacto de Responsabilidad Social en el que logró reunir a diversos actores, desde médicos, enfermeras y enfermeros; representantes del gremio de los transportistas; sector empresarial y autoridades eclesiásticas; también a docentes y estudiantes, y por supuesto, a medios de comunicación y profesionistas. Aispuro Torres convocó a los alcaldes y a los demás poderes, representados en Esteban Villegas Villarreal, del Legislativo y a Esteban Calderón, del Judicial, es decir, a todos los duranguenses, no hay tiempo, para divisiones, para polarizaciones, el objetivo es salvar vidas evitando contagios.

La Responsabilidad Social puede aplanar curvas, esa es la alternativa. En materia económica se vienen realizando acciones para mitigar los efectos que se sufren en los hogares ante la pérdida empleos, el cierre de empresas y la paralización de diversos sectores, pero no son suficientes. Por eso fue uno de los temas que se tocaron en la Reunión Interestatal COVID-19, de la cual Durango fue el anfitrión, logrando una gran convocatoria que reunió a 11 mandatarios, y llegando a diversas conclusiones, entre ellas, la solicitud al Gobierno federal de la creación de un organismo para la promoción económica de las entidades, que supla al extinto “ Pro México”, y que sirva para generar empleos e inversión, en coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores y la de Economía. Solo que, si no hay Responsabilidad Social, por mucha inversión que se derrame, no va a ser suficiente para regresarle la paz a las familias que han perdido un ser querido, o las que, producto de la irresponsabilidad, se sumen a esa estadística.

El llamado de Aispuro es para fortalecer las campañas de concientización entre la sociedad a fin de limitar la movilidad; es para definir medidas de contención necesarias, que detengan las defunciones por Coronavirus. Ciertamente, Durango ha sido referente nacional de indisciplina social, por no acatar disposiciones tan básicas como el uso del cubrebocas, que por cierto ya es obligatorio en la vía pública y para el ingreso a cualquier establecimiento, o en el uso del transporte público y privado, pues resulta realmente absurdo, ver que todavía hay quienes, casi casi, piden con sus actitudes que les pongan un policía que los vaya siguiendo para acomodarles el cubrebocas que llevan en la papada, o bajárselo al que lo usa al “modo obispo” o “rabino”. Sí, todo esto pudiera sonar chusco, propicio para el catálogo de “memes”, sin embargo, cuando la muerte por COVID-19 alcanza a un familiar, o a un amigo cercano, la burla se borra del rostro y también de las redes; de verdad créame, no tenemos otra alternativa, apostémosle a la Responsabilidad Social.

Twitter: @LaloSerranoZ