Por: Eduardo Ortega Solano

El INE aprobó la tercera encuesta para elegir la dirigencia de Morena, y es que este movimiento con prerrogativas y funciones de partido, (que por cierto es el que más dinero recibirá) sigue sin ponerse de acuerdo de quién lo debe dirigir; son el partido en el Gobierno, son mayoría en la Cámara Baja, y por trásfuga de legisladores también son mayoría en la Cámara Alta, por si esto fuera poco todas las encuestadoras profesionales, ubican a los candidatos del partido del presidente (aún sin estar definidos) con ventaja en las diputaciones federales y gobernaturas, que estarán en juego en el 2021, es decir 500 legisladores y 15 primeros mandatarios, además de ayuntamientos, congresos locales y juntas municipales, en total estarán en disputa 21 mil 368 cargos.

Por lo antes mencionado, para cualquier militante, es sumamente atractivo ser dirigente de este instituto político, por lo cual se registraron 105 aspirantes a la dirigencia de Morena; 51 para la presidencia y 54 para la secretaría general. Poco antes de anunciarse los resultados de la primera encuesta, que daría a conocer el INE, se bajó de la contienda Alejandro Rojas, suplente en el senado de Ricardo Monreal, quien argumentó inequidad, además anunció que formaría la “corriente democratizadora” dentro de Morena, tal vez recordando sus años mozos, donde participó en el PRI, con un grupo del mismo nombre dirigido por Cuauhtémoc Cárdenas y Muñoz Ledo, corriente que posteriormente fue fundamental en la creación del PRD.

La primera encuesta que presentó el INE fue de reconocimiento; en esta Muñoz Ledo, obtuvo el 41.7 por ciento de conocimiento, seguido por Mario Delgado con un 17.4 por ciento, mandando con un 11.3 por ciento a tercer lugar a Gibran Ramírez. Los finalistas para la segunda etapa fueron los dos primeros lugares, además de las únicas tres mujeres inscritas esto en aras de la “equidad de género” Ramírez dijo: Las encuestas de reconocimiento son un fraude y me siento encabronado (sic). Además, acusó a Lorenzo Córdova y Mario Delgado de estar coludidos y dijo: “Así pactan los delincuentes” y también aseguró que acudiría al tribunal electoral.

Los resultados de la segunda encuesta, generaron mayor rispidez que la primera, aunque ya Muñoz Ledo había dado visos, que no aceptaría ningún resultado que no fuera el reconocimiento de su contundente triunfo. El INE anunció un empate técnico 25.34 por ciento de Muñoz contra 25.29 por ciento de Delgado, mandando de forma sorprendente a cuarto lugar a Yeidckol Polevnsky, con un 16.61 por ciento, siendo superada por la desconocida Adriana Menéndez con un 19.18 por ciento lo que despertó suspicacias ¿Dónde se generó el sondeo y cúal fue la pregunta?; a muchos nos parece inverosímil que sea más conocida Menéndez que Polevnsky. Porfirio peleará con uñas y dientes, su ventaja, aunque sea de solo cinco centésimas, él había asegurado que su triunfo sería dos a uno no tan contundente, como el tres a uno de la primera encuesta; es importante precisar ¿Si la convocatoria contemplaba el empate técnico? y ¿Cuál sería la solución en este caso?, o como en las urnas ¡un voto es suficiente para ganar o perder!

El INE anunció que la tercera encuesta se llevará a cabo del 16 al 22 de octubre, y presentará los resultados el 24 del presente, sin embargo, Muñoz Ledo, no acepta una tercera encuesta, dice: ¡Yo gané!; e insiste en asumir la dirigencia, mientras acusa que Mario Delgado de ser “un mentiroso” al decir que ganó la elección. “Es un mentiroso pagado, cree que con dinero va pagar la verdad; es un hombre de plastilina, un molusco, un Mussolini”. Por su parte, el aludido pide a la dirigencia de Morena, no tomar protesta a Muñoz Ledo, exige que asuma su responsabilidad y garantice la legalidad de la vida interna del partido.

Lo lamentable para Morena, es que es tarde para ponerse de acuerdo, es un partido, partido, para el 50 por ciento los que apoyaron un proyecto y no ganaron, tendrán un dirigente ilegítimo, espurio, esta nueva situación se suma a la ideología de sus huestes que al ser variopinta, carece de identidad, un movimiento que se preparó para llevar a AMLO al poder pero no para ponerse de acuerdo y menos para gobernar.

¿Qué nos espera una ciudadanía indiferente, una oposición desarticulada, un partido en el Gobierno dividido? así pues como…

Twitter: @eduardoortegas