Por: Emmanuel Salazar

Finalmente, Durango se ha sumado a 11 entidades del país que en el presente año han asumido deuda para enfrentar, en algunos casos, los gastos por la pandemia del COVID-19, pero en el caso local es para intentar reactivar la obra pública.

El crédito finalmente contratado con Banobras es a 20 años y se ejercerá en tres diferentes fases por lo que el préstamo habrá de permitir financiar obras hasta el primer trimestre del próximo año, lo cual implica que se pueda tener un impacto en el proceso electoral del año próximo cuando se acuda a renovar el Congreso del Estado y los legisladores federales por Durango.

La tasa de interés que ha logrado Durango, sobre todo en el primer crédito por 500 millones de pesos se antoja como muy positivo, aunque cambia para el segundo y para el tercero se antoja con cierto impacto para las finanzas estatales.

Durango decidió contratar mil 760 millones de pesos, aunque se había autorizado mil 815 millones de pesos, que podría implicar cierta disciplina para asumir compromisos de pago a largo plazo.

Los mil 760 millones de pesos contratados por Durango, es superior a los mil 450 millones de pesos que contrató en el primer trimestre Chihuahua, y también supera los mil 500 millones que contrato el Estado de México, así como Guanajuato que también tomó un préstamo con ese monto.

En el caso de los gobiernos antes citados presuntamente el recurso fue destinado a hacer frente a gastos por el Coronavirus, además de buscar alentar gasto en infraestructura.

Hasta el primer trimestre del año, 11 entidades federativas aumentaron un 194 por ciento, según los datos proporcionados en su momento por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Ojalá y Durango pueda realmente estimular su economía a través de este crédito que, se puede decir viene a sustituir los recursos que cortó el Gobierno de la República y que eran del ramo 23, mediante los cuales se financiaban obras públicas en las entidades federativas pero que el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha eliminado al argumentar que se prestaba mucho para los moches.

Esa práctica negativa, de permitir a diputados designar montos para ejecutar obras en sus distritos a cambio de que se aprobara el presupuesto, ha sido desterrada en el Gobierno del presidente López Obrador, sin embargo, el impacto ha sido que ha dejado a las entidades sin obra pública.

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