Por: Iván Soto Hernández 

Si alguien cree que Morena está fuera de la contienda del 2022 tras la derrota en las pasadas elecciones en Durango, donde solo obtuvo cuatro de los 15 distritos locales de mayoría y dos de los cuatro del ámbito federal, simple y sencillamente se equivoca.

¿Qué es lo que sí demostraron PAN, PRI y PRD? Que necesitan ir juntos para ser competitivos frente a la marca que sigue de moda, y que en las encuestas para las elecciones del año ente te nuevamente aparece arriba.

El resultado global de 2021 es confuso, pues los aliados ganaron y recuperaron parte del terreno perdido en 2018, cuando se presentó el llamado «tsunami» lopezobradorista, con voto masivo y en cascada por todas y todos los candidatos de su partido. AMLO lo logró esa ocasión.

Ahora bien, contando votos individuales por partido, el pasado 6 de junio Morena ganó 24 municipios, el PRI obtuvo nueve, el PAN tres y el Partido Verde otros tres.

Los territorios municipales que ganó la marca Morena fueron: Canelas, Coneto de Comonfort, Cuencamé, Gómez Palacio, Mapimí, Nazas, Nuevo Ideal, Ocampo, El Oro, Otáez, Peñón Blanco, Rodeo, San Bernardo, San Dimas, San Juan de Guadalupe, San Luis del Cordero, San Pedro del Gallo, Santa Clara, Súchil, Tamazula, Tlahualilo, Topia y Vicente Guerrero.

Los que ganó el PRI como marca individual fueron: Guanaceví, Hidalgo, Indé, Mezquital, Pánuco de Coronado, Poanas, Pueblo Nuevo, San Juan del Río y Tepehuanes.

Mientras que los del PAN fueron solo: Durango, Simón Bolívar y Santiago Papasquiaro. Y los tres del Verde: Canatlán, Guadalupe Victoria y Nombre de Dios.

Y usted se preguntará ¿bueno, y esos datos para qué sirven? Pues simple: para darnos una idea que Morena perdió en la suma de votos con PRI, PAN y PRD, pero se mostró como primera fuerza de 24 municipios, y si para el próximo año agregamos los tres del Verde, que probablemente será su aliado, la distancia se alarga y se fortalecen las posibilidades para ganar alcaldías e incluso la gubernatura.

La elección del año entrante será una gran competencia, muy cerrada y con un sinfín de intereses de por medio, entre ellos uno fundamental a considerar: y es el hecho de que AMLO quiere ganar más gubernaturas para tener menos ruido, menos grilla y más lealtad o incluso sumisión en cada estado.

Muchos creen que a la marca Morena no le alcanzan para el año entrante sus cifras actuales frente a la suma de votos del PRI y el PAN en la entidad.

Sin embargo, hay que esperar a ver la estrategia que implementará López Obrador en cada entidad, y no esperemos mucha sutileza y mucho menos que quiera jugar fino como ajedrecista, cuando le hemos podido conocer el colmillo retorcido para obligar y doblegar en caso que sea necesario.

¿Cómo? Como se vaya requiriendo en cada estado para que los gobernadores no metan las manos y así impulsar sus candidatas y candidatos a placer. En su momento veremos y diremos, y si no sucede así, pues rectificamos. Pero casi es un hecho que usará el garrote de las instituciones para perseguir y ablandar si así se requiere.

Soy Iván Soto, nos vemos diariamente a través de la multiplataforma de En Vivo Durango.

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