La Controversia
Por: Emmanuel Salazar
Quienes hace tres años vivieron la entrega del Municipio a representantes del aún presidente municipal, José Ramón Enríquez Herrera, viven con agrado los difíciles momentos que ahora padecen la mayoría de quienes llegaron con un gran desdén a recibir lo que creyeron les pertenecía.
Al platicar con los funcionarios municipales de Esteban Villegas, y después de Carlos Contreras, hoy de alguna manera disfrutan los momentos aciagos que viven quienes ahora hacen maletas, pues de alguna manera se ven compensados ante lo que tuvieron que vivir cuando llegó el equipo de Enríquez Herrera.
Apenas este lunes, los reporteros de la fuente en verdad presionaron con sus preguntas al alcalde Enríquez Herrera, quien aunque tiene grandes tablas para sortear esos momentos, simplemente parece por instantes perder ese control que siempre ha tenido en su relación con los medios de comunicación.
Si se ve con perspectiva el momento, era fácil visualizar el bumerán, pues en su oportunidad el arribo de Enríquez Herrera fue sumamente estruendoso, y por momentos con señalamientos sin ton ni son, tanto que durante su trienio ningún exfuncionario municipal fue a parar a la cárcel, aunque eso sí mediaticamente hubo tela de dónde cortar, algo así como en el Gobierno del Estado, en que el Consejero Jurídico ha referido que los exfuncionarios estatales han promovido ya más de dos mil amparos, cosa que la verdad parece ya una chunga.
Enríquez Herrera y su equipo seguramente quedarán más raspados que los exalcaldes Villegas y Contreras, así como sus equipos, pero aquellos que no miden bien sus dichos bien pueden vivir en tres años una momento difícil, pues sólo es cuestión de echar a volar la imaginación y visualizar un partido Movimiento Ciudadano aliado a Morena. ¡Se imaginan! Por eso, no es malo guardar el justo medio y señalar cuando se tengan las pruebas o bien la declaración correspondiente, sin quitarle ni ponerle.
El alcalde saliente ha protagonizado posiblemente más de media docena de candidaturas, ha sido persistente pues, pero, también a veces incurre en acciones que podrían considerarse autoboicot.
Cosa de pensar que si hubiera sido institucional y le hubiera respetado su espacio al Gobernador, se habría reelegido y seguramente se encaminaría a ser candidato a gobernador en tres años bajo las siglas del partido gobernante en la entidad. Pero el hubiera no existe.
Para quienes se van, les queda apechugar. Para los que llegan, verse en un espejo, porque en política nada esta asegurado.