LA GRILLA DEL PÁJARO… Intolerancia social
Por: Quetzal Herrera
Lamentablemente los duranguenses fuimos testigos, este fin de semana, de acontecimientos que sin duda marcan el actuar de una sociedad, que de entrada muestra una tendencia a la intolerancia derivada de algunos factores psicológicos y sociales, mismos que hacen que el comportamiento irracional nos lleve a privilegiar las agresiones físicas y verbales por encima del diálogo, y quedó de manifiesto con los videos que circularon en redes sociales en los que se puede ver la agresión a una mujer en el centro comercial Paseo Durango, y a un repartidor que en repetidas ocasiones fue golpeado con un casco por un motociclista; es verdad, desconocemos el contexto general de los dos eventos, pero por lo que se ve en las imágenes todo pudo haberse resuelto con el diálogo.
Muchas son las circunstancias que nos llevan a “perder los estribos”, y todos somos vulnerables a este tipo de actitudes, sin duda el “buen fin” que se supone es la estrategia para activar la economía, generó mucha tensión entre los ciudadanos; en lo personal me tocó ser testigo de un acontecimiento que afortunadamente no llegó a la agresión física, pero sí a la verbal entre un ciudadano y un elemento de vialidad, fue el pasado lunes, día inhábil, cuando en el centro comercial del fraccionamiento El Edén, un policía vial realizaba su trabajo infraccionando vehículos que estaban estacionados en la zona asignada para personas con discapacidad, y su unidad móvil estaba en una zona donde sí se permitía el paso de los demás vehículos, cuandouna persona encaró muy agresivo al elemento diciéndole que se retirara, a lo que la respuesta fue “que tenía las torretas prendidas y estaba trabajando”.
Las agresiones del ciudadano continuaron hasta hacer que el elemento de vialidad, en un tono más alto, le dijera que todos los vehículos estaban pasando sin problema y que solo él era quien la estaba “haciendo de pedo” (sic); claro que ambas actitudes son totalmente reprobables, puesto que debe existir un respeto mutuo entre autoridad y ciudadanos, y desde luego sin justificar a nadie, los elementos de las corporaciones también son humanos y en ocasiones se cubren intensas jornadas que al final del día terminan haciéndolos explotar con algunos comentarios fuera de lugar. Creo que ejemplos como estos sobraron a lo largo de nuestra ciudad, algunos no se registraron en video, pero un servidor, de manera directa, comprobó que como sociedad sí nos falta fomentar la cultura del respeto.
Las acciones de agresión registradas incluso ante los medios de comunicación, también tuvieron sus consecuencias, por un lado la persona señalada del caso de Paseo Durango, que trabaja en el DIF estatal, la dependencia giró de manera inmediata un comunicado en el que se señalaba que abriría una investigación al respecto para determinar la presunta responsabilidad de su trabajador; en el caso del motociclista, tanto el Secretario General de Gobierno como el propio Director de Seguridad Pública Municipal, afirmaron que se abría investigación tanto en la Fiscalía como en seguridad del Municipio, y reprobaron dichas actitudes. Hagamos algo por una sociedad que aún puede estar a salvo de caer en un grado de estrés de mayores dimensiones, que nos puedan llevar a estas muestras de intolerancia, somos una ciudad que va creciendo pero aún hay acciones que, entre Gobierno y sociedad, pongan a nuestros hijos el ejemplo de una entidad buena para vivir.
Twitter @QuetzalH