Por: Fhernanda Simental L.

Cadena Nacional para la fiesta del presidente Andrés Manuel López Obrador. A un año de su triunfo, el Presidente quiere que todo México celebre con él sin importar lo que diga el artículo 134 constitucional, pero, ¿es válida esta celebración? Pues al menos el exceso de la cadena nacional se frenó y la Secretaría de Gobernación se apresuró a decir que no es cadena nacional, pero que la señal estará disponible para todas las televisoras y radiodifusoras del país que quieran tomarla.

Recordemos que AMLO ganó la Presidencia de la República con 30 millones de votos de un padrón electoral de 90.7 millones, esto es, con el 33.7 por ciento del padrón, lo que significa que 60.7 millones de mexicanos no votaron por él, sin embargo, en este afán de celebración de sus primeros siete meses de administración y un año de su triunfo electoral, poco o nada se toma la consideración de los demás ciudadanos a los que gobierna, lo cual ha sido una constante de su administración.

Este «AMLOFest» se realizará a partir de las 15:00 horas en el Zócalo capitalino, pero la transmisión iniciará a las 17:00 horas, y se ha asegurado que artistas como la Orquesta Sinfónica de Tlaxiaco, el flautista Horacio Franco, el mariachi de la Secretaría de Defensa Nacional y Margarita la Diosa de la Cumbia, no cobrarán ni un peso… a pesar de esto, habrá un costo y será social.

Los tres principales ejes que ofreció la administración de AMLO trabajar arduamente fueron el combate a la corrupción, la violencia y mejorar los índices económicos del país, de los cuales no se han visto resultados, sino todo lo contrario y la ciudadanía se está desesperando, sobre todo los que depositaron su esperanza en él.

A pesar de esto y de los frentes abiertos que pudiera tener y los problemas doméstico e internacionales que ha tenido que sortear en estos primeros meses, para Andrés Manuel ha sido un año positivo, algo equiparable también a los primeros meses de gestión de los presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, empero, y a pesar de un balance bueno (así, a secas), del partido del Presidente en las pasadas elecciones, Andrés Manuel no llega como quisiera y se siente en el ambiente el inicio de un declive, que si bien no se espera precipitado, sí comenzará a menguar su fuerza, derivado, como arriba lo mencioné, de la falta de resultados tangibles para la percepción ciudadana.

La migración y la militarización de nuestras fronteras, son temas latentes que le están restando y hacen ruido a su imagen, pues aunque algunos sepan de antemano que las acciones realizadas son parte de los acuerdos que se realizaron con Estados Unidos, más de una ceja amiga ha sido alzada en señal de reprobación.

No, Andrés Manuel no llega como él quisiera a este festejo, con la sombra de las cifras de la inseguridad y el cuestionamiento sobre el crecimiento económico de México, además que no ha gustado su política de tomar decisiones a mano alzada y a decretazos, debilitando a las instituciones y su función.

“El camino al infierno está pavimentado con buenas intenciones”. A pesar de todo lo anterior, sí se percibe una verdadera intención del Ejecutivo para combatir la corrupción, quizás los métodos no han sido del todo los correctos, ni los más eficientes, por lo que si se quiere retrasar el fin de la luna de miel, tanto el Presidente como su equipo deberán hacer a un lado las prácticas que poco o nada han abonado para dar certidumbre de seguridad a ciudadanos y al mercado internacional, pues los focos rojos de esta administración están creciendo y si no se ajusta y aplican las estrategias correctas, el saldo no sólo será malo, sino que será catastrófico, y no sólo para el Presidente, sino para todos los mexicanos.

Twitter: @Fher_Turkita