Por: Dionel Sena

Quizá de las candidaturas de mayor importancia y relevancia que estuvieron en juego en Morena en estos días, cuando Nacho Mier y compañía tomaron definiciones al respecto eran definitivamente las plurinominales locales, en donde de acuerdo a la información de la que se dispone, se ponderaron entre otras cosas, el liderazgo, la competitividad y lo que representan dentro de ese instituto político en la actualidad, de ahí el que no todos tuvieron cabida dentro de las tres primeras posiciones, mismas que bien valen la pena revisar, para saber qué fue lo que incidió finalmente para que esos personajes fueran registrados ante los órganos electorales como los aspirantes de representación proporcional de esa marca que en el 2018 lo ganó todo en Durango.

Por principio de cuentas se debe hablar de Sandra Amaya uno de los principales referentes del morenismo en el estado, la cual además, es el único activo de ese partido que encabeza un poder, tal es el caso del Congreso del Estado a través de la Junta de Coordinación Política, de ahí el que de ninguna manera se pudiera dejar fuera de esas posiciones, la cual se ganó a pulso ese derecho desde hace tres años, cuando accedió a su curul tras salir victoriosa en el tercero distrito local, es decir, ya no tenía nada que demostrar en una elección abierta, no por nada, es de las naturales de su partido para buscar abanderar esa causa en el 2022, cuando busque contender por la alcaldía de la capital, año en el que seguramente llegará con muy buenas cartas credenciales, entre ellas, el haber sido la primera mujer en encabezar el Poder Legislativo en Durango.

Donde Nacho Mier y compañía se volaron la barda, fue en la segunda posición en la que registraron al regiomontano Adolfo Villarreal, mismo que al parecer, no cumple con el principio de elegibilidad al no ser radicado aquí, por lo que su postulación pudiera terminar siendo absolutamente impugnable ante los órganos electorales conducentes, sin embargo, todo indica que la instrucción vino directamente de Mario Delgado y al delegado electoral no le quedó de otra más que acatar, por lo que por más que algunos morenistas aseguren que se deben cerrar filas con los ungidos, es innegable que dicha postulación fue la que mayor descontento generó en ese partido, mismo que tenía otros activos quizá por mayor derecho para ir en esa posición, lo que está claro que no ocurrió.

Uno de los pocos lugares que le dieron a José Ramón Enríquez Herrera fue la tercera posición de la lista de plurinominales, en donde registró Marisol Carrillo, misma que ha sido incondicional al Dr. desde hace ya mucho tiempo y quizá esta sea la recompensa a esa lealtad; sin embargo, su partido deberá sacar una votación alta para que pueda entrar, pues si se repite un escenario como el del 2019, difícilmente obtendrá ese objetivo, pues es innegable que muchas de las candidaturas que se presentaron son poco competitivas, en algunos casos, cartuchos quemados que ya estaban fuera del radar y otros que son auténticos desconocidos y a los que muy pocas personas ubican, apostándole todo a la marca, con todos los riesgos que ello conlleva, en un claro desconocimiento de la realidad que ese partido vive en Durango.

Twitter: @dionelsena