Por: Dionel Sena

Lo ocurrido este jueves en la ciudad de Durango sin duda que puso a muchos a reflexionar, pues no se recuerdan manifestaciones semejantes de anarquía por parte del gremio de los abogados, por más que sus argumentos sean defender los derechos de ese mismo sector, pues la demanda central, es la destitución inmediata del actual presidente del Poder Judicial, en la figura de Esteban Calderón Rosas, lo que quizá no estaba en los planes de muchos de los ahí asistentes, era que incendiarían un vehículo justo en el cruce de 5 de febrero y Zaragoza, con las consecuencias que ello implicaría, por lo que no es casualidad que las autoridades actuarán en consecuencia con la detención de quienes lideraron ese movimiento, por lo que habrá quienes miren el acto de dos maneras, es decir, como un acto de represión o un acto de justicia.

Al parecer, la principal molestia tanto de Gustavo Gamero como Martín Estrada, era que el tiempo al frente del poder judicial por parte de Calderón Rosas ya llegó a su fin, pues en su interpretación, él relevó en el cargo a Apolonio Betancourt Ruiz al que al parecer le quedaban solo dos años, de ahí la teoría que ellos tienen de que urge un cambio de timón en ese poder, lo que claro está no apoya ni Esteban Calderón ni compañía, pues a decir de los magistrados, en el 2016 dicho cargo se renovó y partió de cero, por lo que las presiones en varias instancias de Gobierno no se han hecho esperar, llegando a su clímax este jueves cuando las presiones pasaron a actitudes de carácter porril que en definitiva no iban a terminar de la mejor manera y así fue.

Luego de prenderle fuego a un vehículo de un modelo casi casi obsoleto, tuvieron que llegar elementos de Protección Civil a sofocar el siniestro, tras lo cual, arribaron elementos de varias corporaciones policíacas y se llevaron a quienes lideraban el movimiento a los cuales pudieran acusar de muchas cosas, pues está claro que fueron varios los artículos de la Ley que se violaron con esa manifestación, misma que para muchos se salió de control y no debió llegar a tanto, pues se pasó de las palabras a medidas muy radicales que seguramente le restarán fuerza al movimiento que data de varios meses atrás, pero que se agudizó a partir de que se tomó la decisión de cerrar todos los juzgados a causa de la pandemia.

No se sabe en qué vaya a terminar todo este embrollo, pues por más que los abogados inconformes presionen por la salida de Esteban Calderón, se sobreentiende que se trata de un poder autónomo y que ni el legislativo ni el ejecutivo deben tener injerencia en algo semejante, sin embargo, lo ocurrido ayer sin duda que deja un precedente que debe tener consecuencias, pues no es el mejor mensaje que en este momento se quiere mandar en una entidad con graves problemas de contagio por el COVID-19 y que seguramente, vendrán acompañados de otros problemas de carácter social que tendrán que resolverse en su momento, por lo que este tipo de distractores no ayudan en lo absoluto.

Habrá que estar atentos a lo que sigue…

Twitter: @dionelsena