Una de las situaciones que se presentan cada año en la Feria Nacional Durango (FENADU), y a la cual nunca se le ha puesto atención, es que hay inspectores de salud que no aplican piso parejo con los comerciantes de alimentos foráneos y locales; normalmente benefician a los primeros y las sanciones las cargan a los de casa, expuso Rolando Álvarez Peña, dirigente de la Federación de Trabajadores Independientes.
Hay inspectores que andan revisando todo y los de salud andan levantando muestras de los alimentos; sin embargo, vemos que el muestreo se carga con los locales y no con el foráneo. Hay que decir que cuando levantan un acta y mandan la muestra al laboratorio, los resultados de los análisis se tardan entre 15 y 20 días; en ese tiempo los vendedores foráneos ya se fueron y como a los locales ya los tienen ubicados pues es más fácil que les cobren las multas.
Sin piso parejo
Hay que decir que los comerciantes locales siempre respetamos las normas de salud porque, al final, la gente nos conoce, nos ubica y tenemos claro que no vamos a arriesgarnos a perder a nuestra clientela por hacer cosas como aquellos foráneos que reutilizaban palos de brochetas.
En contraparte los quienes vienen de otros Estados, no son tan cuidadosos porque cada año le cambian de nombre al negocio y de esa forma confunden a la gente quienes no se dan cuenta de las “cochinadas” que venden. Hay mucho foráneo que en las llaves de los lavaderos rellenan los garrafones de agua para hacerla pasar por “purificada”.
Finalmente, Rolando Álvarez, reiteró que en el recinto ferial los inspectores no aplican piso parejo entre los vendedores locales y los foráneos porque estos dicen que estos últimos pagan más porque tienen compran espacios más grandes para trabajar “pero eso no debe hacerlos intocables”.
Te puede interesar: Canaco brinda oportunidades laborales para jóvenes; padres y autoridades deben autorizarlo