Por: Raquel Carreón Lugo

Si hay una palabra que lo puede definir es humildad, el profesor de natación, Enrique Sánchez Barrales se adelantó en el camino y seguramente donde se encuentre está disfrutando lo que más le gusta hacer, enseñar natación.

En días pasados el mundo de la natación en Durango sufrió una gran pérdida, uno de los pilares en las albercas dejó este plano material, el profe Quique como todos le decían, se adelantó en el camino y muchas generaciones lo recordaron como el era, contento y sencillo.

Conocidos por muchos desde el Club Campestre, muchos años fue instructor de los campiranos, forjando a campeones municipales y estatales y además de iniciación, enseñando a esos pequeñitos desde la técnica, estilos, hasta llegar a su cúspide.

Asimismo fue el coordinador de un innumerable cursos de verano no solo en el Club Campestre, sino también en el Instituto Estatal del Deporte (IED).

Fue el precursor para que se construyera la alberca del Colegio Rex con el equipo de Sharks en donde otras generaciones lo conocieron y le tomaron cariño, no solo por su dedicación en la enseñanza de la natación, sino también por la calidad humana.

En los últimos tres años creó el equipo de Barracudas, en donde el profe Quique clasificó a varios de sus pupilos a los nacionales de Guadalajara, Veracruz, León y México.

Tenía muchos planes para continuar forjando a nadadores y seguir transmitiéndole ese espíritu de siempre dar lo mejor, no solamente en las competencias, sin en cada entrenamiento, descanse en paz Enrique Sánchez Barrales.

Por si te interesa: Día del Entrenador de Natación, Durango cuenta con grandes exponentes