Washington.- El portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha afirmado que Estados Unidos está en alerta y «preparado» para lo que podría ser un conjunto significativo de ataques en Oriente Próximo. Estas declaraciones se dan en medio de las crecientes tensiones en la región ante una posible respuesta de Irán y las milicias proiraníes tras el asesinato de Ismail Haniye, líder del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), en un ataque en Teherán atribuido a Israel.

«Con respecto a la posible fecha, podría ser esta semana. Seguimos observándolo muy de cerca, y es difícil determinar en este momento en particular cómo podría ser si se produjera un ataque por parte de Irán y sus aliados. Pero tenemos que estar preparados para lo que podría ser un conjunto significativo de ataques, por lo que, repito, hemos aumentado nuestra presencia y capacidades en la región, incluso en los últimos días», señaló Kirby durante una rueda de prensa.

El portavoz también mencionó que Estados Unidos comparte las preocupaciones de Israel respecto a un posible ataque de las milicias proiraníes, lo que llevó al secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, a realizar algunos ajustes en la postura de fuerza en la región. Entre estas medidas se encuentra el despliegue de un submarino con misiles guiados y la aceleración de la llegada de uno de los portaaviones de la armada estadounidense a la zona.

Estados Unidos se prepara ante una posible escalada en Oriente Próximo

Ante la posibilidad de que estos ataques afecten las negociaciones programadas para el próximo jueves entre Israel y Hamás, Kirby enfatizó la importancia de estos diálogos. «Estaremos allí y queremos que todos los participantes estén allí. Pero no hay razón por la que Hamás o cualquier otro deba evitar tratar de llegar a un acuerdo», afirmó el portavoz.

Estas declaraciones se dan en un momento crucial para la región de Oriente Próximo, donde las tensiones han ido en aumento en las últimas semanas. La muerte de Ismail Haniye y las posteriores amenazas de represalias han llevado a una escalada en las medidas de seguridad por parte de Estados Unidos y sus aliados en la región.

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