Jerusalén.- La Ciudad Vieja de Jerusalén, generalmente bulliciosa y llena de peregrinos en esta época del año, se encuentra notablemente vacía debido al impacto de la guerra en la Franja de Gaza. Tiendas con pocos clientes, calles tranquilas y la ausencia de turistas y peregrinos han caracterizado la Semana Santa en la ciudad santa, mientras que los palestinos cristianos, muchos de ellos residentes en Cisjordania, no han obtenido los permisos necesarios para visitar los lugares sagrados.

La guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza ha cobrado la vida de miles de palestinos, lo que ha generado un efecto negativo en el turismo cristiano y las peregrinaciones a Tierra Santa. Apenas unas decenas de turistas se congregan en el Santo Sepulcro durante las misas, mientras que los vendedores locales enfrentan dificultades para mantener sus negocios abiertos.

Carlos, un peregrino de Manila, Filipinas, decidió arriesgarse y realizar su ansiado viaje a Jerusalén junto a su esposa, a pesar de la situación de conflicto. Reconoce la especialidad de visitar los lugares sagrados de la ciudad sin aglomeraciones, pero lamenta la ausencia de más peregrinos en este tiempo tan importante para los cristianos.

En el Barrio Cristiano de Jerusalén, los vendedores locales como Emad Sidawi han visto disminuir considerablemente sus ingresos debido a la falta de turistas y peregrinos. “Solo creemos en Dios”, afirma Sidawi, refiriéndose a la incertidumbre que enfrentan ante la crisis económica generada por la guerra y la falta de visitantes.

Mientras tanto, los líderes cristianos de Cisjordania denuncian que el Gobierno israelí ha reducido el número de permisos especiales para que los palestinos de la región puedan viajar a Jerusalén y celebrar la Semana Santa en los lugares de culto.

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