Papa Francisco pide evitar la polarización y división en la Iglesia
11/10/2022 - Hace 2 años en InternacionalPapa Francisco pide evitar la polarización y división en la Iglesia
Roma, Italia.- El Papa Francisco llamó hoy a su Iglesia para no caer en «la tentación de la división y polarización», durante la conmemoración del sexagésimo aniversario de la apertura del histórico Concilio Vaticano II (1962-1965), cuya vigencia e importancia defendió.
«El Concilio nos recuerda que la Iglesia, a imagen de la Trinidad, es comunión. El diablo, en cambio, quiere sembrar la cizaña de la división. No cedamos a sus lisonjas, no cedamos a la tentación de la polarización», convocó el pontífice en la basílica de San Pedro.
“Cuántas veces, después del Concilio, los cristianos se empeñaron por elegir una parte en la Iglesia, sin darse cuenta de que estaban desgarrando el corazón de su Madre. Cuántas veces se prefirió ser hinchas del propio grupo más que servidores de todos, progresistas y conservadores antes que hermanos y hermanas, de derecha o izquierda más que de Jesús», expuso.
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En la misma tónica, el sumo pontífice alabó la importancia del Concilio Vaticano II ante el clero romano, ataviado de blanco, los feligreses, y en frente del cuerpo exhumado del Papa Juan XXIII, que convocó aquel evento que cambió la Iglesia católica hasta nuestros días.
El Papa Francisco defendió una Iglesia «libre y liberadora» en la que su clero «no anteponga sus agendas al Evangelio» y no siga «el viento de la mundanidad» o «las modas del tiempo».
«Estemos atentos: ni el progresismo que se adapta al mundo, ni el tradicionalismo que añora un mundo pasado son pruebas de amor, sino de infidelidad. Son egoísmos pelagianos, que anteponen los propios gustos y los propios planes al amor que agrada a Dios», anticipó.
De la misma manera, aseguró que, «una Iglesia que no se alegra se contradice a sí misma» e hizo hincapié en la necesidad de evitar «conflictos, venenos y polémicas».
Para concluir, sostuvo que la Iglesia postconciliar debe «estar en el mundo con los demás y sin sentirnos jamás por encima de los demás», especialmente entre los pobres y «sin estancarse en la tradición».