Las crisis personales son oportunidades extraordinarias para crecer, solo hay que reconocer nuestro papel como protagonista en dichos sucesos.

‘No somos víctimas de las circunstancias, nosotros creamos nuestras propias circunstancias’

En muchas ocasiones nos preguntamos sorprendidos o a veces molestos, por qué sucedieron las cosas como lo hiceron e inmediatamente comenzamos a buscar culpables o responsables, con el fin de poner a salvo nuetra irresponsabilidad.

Claro que si hay situaciones que estan totalmente fuera de nuestro control, como terremotos, tomentas, accidentes donde tú no van manejando, etc. Pero en su gran mayoría, las circunstancias no son una casualidad, sino una causalidad.

Nosotros mismos causamos cada cosa que nos sucede en la vida. Por más inexplicable que parezca, cada situación por la que atravesamos nosotros mismos somos los causantes.

Es importante tener la capacidad de absorber nuestros propios errores y entonces salir victoriosos de la crisis. Así, la adversidad se convierte en buenaventura, el fracaso en sabiduría, el erros en luz y estamos listos para continuar avanzando por la vida.