CDMX.- México ha logrado confiscar más de 50 mil armas de contrabando durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien ha expresado su preocupación por el origen de la mayoría de estas armas provenientes de Estados Unidos, especialmente del estado de Texas. Según datos proporcionados por el mandatario, alrededor del 70% de las armas decomisadas en México provienen de territorio estadounidense, y de ese porcentaje, la mitad ha sido rastreada hasta el estado de Texas.
Esta situación ha generado una fuerte tensión entre México y Texas, agravada por las políticas antiinmigrantes del gobernador republicano Greg Abbott. López Obrador ha solicitado una explicación al gobernador texano, a quien ha criticado en repetidas ocasiones por la instalación de boyas en el fronterizo río Bravo o Grande y el despliegue de cercas de púas que han resultado en la muerte de migrantes.
El combate al tráfico de armas provenientes de Estados Unidos ha sido una de las principales demandas del Gobierno de AMLO. En agosto de 2021, México presentó una demanda contra 11 empresas estadounidenses fabricantes y vendedoras de armas, acusándolas de negligencia al permitir que estas armas lleguen a manos de criminales mexicanos.
La mayoría de las armas incautadas provienen de los Estados Unidos
No es la primera vez que se señala la presencia de armas de uso exclusivo del Ejército de Estados Unidos en México. En enero pasado, la canciller mexicana Alicia Bárcena advirtió sobre esta situación durante una reunión en Washington, aunque el embajador estadounidense Ken Salazar negó que estas armas pertenezcan a las Fuerzas Armadas.
La tensión entre ambos países se ha incrementado aún más debido al creciente tráfico de fentanilo, una droga letal, así como el aumento en los niveles de migración irregular. Además, la coincidencia de las elecciones presidenciales en ambos países en este año ha generado un clima político tenso.
Ante las amenazas de cerrar la frontera y la posible designación de los cárteles mexicanos como grupos terroristas, López Obrador ha instado a no tomar estas declaraciones en serio, argumentando que son parte de la temporada electoral y que no representan una verdadera solución al problema.
