A veces, cuando nuestras vidas están a punto de cambiar, podemos sentirlo antes de que podamos verlo.

Estas son algunas de las experiencias que podría tener justo antes de que se produzca un cambio masivo.

1. Comenzarás a eliminar gradualmente la negación

Cuando estamos realmente atrapados en la vida, la negación es el escudo que usamos para protegernos del pánico de reconocer todo lo que está mal porque aún no tenemos la confianza para creer que podemos arreglarlo.

Cuando nos acercamos a un gran cambio de vida, lo que realmente nos encontramos es el punto de inflexión en el que finalmente estamos listos para reconciliar lo que ha estado «apagado» durante bastante tiempo.

Esto significa que saldrá gradualmente del período de negación y entrará en ira, arrepentimiento, remordimiento e incluso tristeza.

Estos son sentimientos que ha tenido reprimidos durante mucho tiempo, que probablemente se sienta lo suficientemente seguro como para liberarlos ahora porque sabe que la historia está cambiando, su vida se está ajustando como realmente necesitaba ser todo el tiempo.

No salimos de la negación un día, salimos lentamente por fases y, finalmente, llegamos a la aceptación de que antes no éramos felices.

2. Repasarás las opciones que te llevaron hasta aquí

Los grandes cambios en la vida son a menudo un momento para la reflexión. Cuando nos damos cuenta de que estamos pasando de un capítulo al siguiente, a menudo nos detenemos para hacer un balance de lo que sucedió en nuestra historia anterior y cómo eso contribuyó a donde estamos ahora. Más que nada, comenzamos a ser más conscientes de nosotros mismos. Comenzamos a reconocer por qué terminamos donde lo hicimos y por qué. Comenzamos a pensar en las opciones que nos llevan a donde estamos actualmente, y cómo podríamos necesitar elegir de manera diferente si queremos un resultado diferente en el futuro. Ya sea que esté orgulloso de lo que ha hecho o arrepentido, de cualquier manera, este proceso de reflexión recopila mucha sabiduría importante para seguir adelante.

3. Tendrás claro lo que realmente quieres

El proceso de salir de la negación es también el proceso de alinearse. Cuando reconoces lo que no quieres, no puedes evitar identificar su opuesto: lo que sí quieres.

Puede descubrir que darse cuenta de lo que quiere no es un proceso inspirador. Todo lo contrario, de hecho. Puede llegar a estas conclusiones desde un lugar de ira, arrepentimiento y exasperación total.

Es posible que te des cuenta de que te has estado negando incluso la capacidad de reconocer lo que quieres, y mucho menos perseguirlo de todo corazón.

Independientemente de cómo llegues, lo importante es que ya no puedes descuidar lo que realmente deseas, y eso es bueno, aunque sea incómodo en el proceso.

4. Te despojarás de todo lo que ya no quieres llevar

Es posible que te encuentres liberando físicamente lo que te rodea. Podrías limpiar tu armario y la ropa que ya no te queda bien, podrías revisar tus pertenencias y hacer una purga profunda.

Puede cambiar el lugar donde vive, dejar de hablar con algunos amigos y conectarse con otros, y así sucesivamente.

Esta es una forma subconsciente de hacer que tu mundo exterior se alinee con lo que sucede en tu mundo interior.

En el fondo, sabes que estás avanzando y no puedes hacerlo con todo el peso del pasado que te mantiene atascado.

5. Abordarás otros problemas de larga data

Cuando sanas una parte de tu vida, tiende a irradiar y tocar a todas las demás. Tal vez esté saliendo de la negación con respecto a la ciudad en la que vive, o el tipo de trabajo que hace, o la viabilidad a largo plazo de una relación.

En el proceso, es posible que desee abordar otras cosas que le han estado molestando durante mucho tiempo. Cuando mejoramos o elevamos una parte de nuestras vidas, las otras que permanecen sin sanar comienzan a sobresalir más claramente en comparación.

Solo recuerda tomar una cosa a la vez y no abrumarte por completo. Ambos pueden reconocer lo que necesita cambiar mientras lo hacen a un ritmo seguro.

6. Las cosas comenzarán a dar un giro complete

Con toda esta revelación y cambio sucediendo, es posible que tenga un final de «círculo completo». Tal vez siempre tuviste una corazonada sobre lo que estás haciendo ahora.

Tal vez estés aceptando partes de ti mismo que han existido todo el tiempo, aunque las hayas negado.

Tal vez te estés dando cuenta de que siempre, en el fondo, supiste lo que sabes ahora, aunque trataste de evitarlo. Tal vez finalmente estés aceptando lo que siempre quisiste.

Tal vez te recuerdes a ti mismo diciendo: Siempre quise vivir allí.

Tal vez finalmente se esté dando cuenta de que el trabajo que se le presenta con menos esfuerzo es siempre el que estaba destinado a hacer.

Tal vez estés reconociendo que sabías que tu relación era un callejón sin salida desde el principio, pero la perseguiste de todos modos.

No importa qué esté cambiando o qué revelaciones estén ocurriendo, es posible que descubras que estás terminando donde empezaste, y es realmente más reconfortante de lo que imaginas.

7. Redescubrirás tu sentido de identidad

Un efecto secundario natural de reconocer lo que quieres y lo que no quieres en tu vida es también darte cuenta de quién eres y quién no eres.

En este proceso, es posible que descubras que estás descubriendo un sentido de ti mismo más fuerte y más claro. Sabes lo que quieres, sabes en qué eres bueno, sabes lo que quieres experimentar.

Estás ajustando quién eres por fuera para reflejar mejor quién sabes que eres por dentro, y es un proceso agridulce.

Si bien puede ser un duro golpe para el ego aceptar que no has sido la persona que quieres ser, se libera rápidamente a favor de la sensación de finalmente ser más fiel a ti mismo, lo cual es invaluable e insustituible.

Te estás dando cuenta de que eres digno de la vida que quieres, y siempre lo has sido.

8. Empezarás a sentir una profunda paz interior

A través de todos los períodos de limpieza de emociones almacenadas, salir de la negación y aceptar quién eres, descubrirás que los atisbos de paz interior profunda se están volviendo más normales.

Esto será diferente a estar emocionado o energizado, porque este sentido es realmente el sentimiento de que finalmente estás donde se supone que debes estar, no ansioso de que nunca llegarás o de que no lo mereces.

Estás empezando a sentir que estás apareciendo en el momento de la manera que quieres ser, y es una realización que te cambia la vida.

9. Comenzarás a tener claridad a largo plazo

Lo divertido de descubrir lo que quieres en el momento es que a menudo también se presta a la imagen más grande. Es posible que te des cuenta de lo que quieres a largo plazo o de cómo sería tu vida.

Esto podría haber sido completamente extraño para ti hace poco tiempo, pero ahora que te sientes más cómodo con quién eres y lo que quieres, es más fácil ver el futuro, y eso es algo en lo que te sientes más cómodo.

10. Dejarás ir con gratitud y entrarás con gracia

Los períodos de transición pueden ser difíciles, pero cuando estés realmente listo, sabrás cómo dejarte llevar con gratitud e intervenir con gracia.

Lo que esto significa es que estarás agradecido por todo lo que has experimentado, incluidos cada paso en falso y cada error.

De cada uno, aprendiste algo invaluable, y por eso, realmente no te arrepentirás. Entonces intervendrás con ese mismo sentido de aprecio.

Dará los primeros pasos en su nuevo capítulo con una sensación de tranquilidad y asombro, porque sabe lo que es vivir sin estar alineado con lo que es, y nunca olvidará lo bien que se siente estar finalmente en el otro lado.