Lea esto cuando su futuro se sienta incierto
Las emociones van y vienen. Nunca seremos cien por ciento felices, y no creo que estemos destinados a serlo.
Si siempre fuéramos felices y contentos con el lugar en el que nos encontramos en la vida, nunca nos arriesgaríamos. Nunca avanzaríamos ni abriríamos puertas para ver qué más hay para nosotros.
Simplemente nos despertaríamos todos los días y haríamos las cosas que siempre hemos hecho porque siempre nos han hecho felices.
Podemos acostumbrarnos tanto a un horario fijo ya una forma de vida fija que empezamos a depender de esa constancia como la única fuente de nuestra felicidad.
No hay nada de malo en amar tu trabajo o la ciudad en la que vives y querer permanecer en esos lugares el mayor tiempo posible. Sin embargo, lo que nunca debes hacer contigo mismo es permitir que esas cosas que amas tan profundamente se conviertan en un punto de parada en tu vida.
El hecho de que ames tu trabajo no significa que tus objetivos profesionales tengan que terminar; el hecho de que la ciudad en la que vives se sienta como en casa no significa que tengas que dejar de soñar con un nuevo destino.
Nunca se nos promete nada en la vida, y cuando nos apegamos tanto a la idea de que solo tenemos que marcar las casillas en una lista mágica para finalmente encontrar la felicidad, tendemos a olvidar que el cambio puede y vendrá.
Puede que no seas feliz en este momento y que no tengas idea de lo que estás haciendo con tu vida, pero creo que terminarás exactamente donde se supone que debes estar cuando estés destinado a estar allí. Y si no puedes creer en eso por ti mismo, debes saber que estaré aquí creyendo en eso por ti.