Los restos fósiles de un gliptodonte (Glyptotherium cylindricum), los cuales asombraron a propios y extraños durante su exhibición en la Sala de Paleontología del Museo Regional de Puebla (Murep).
Regresaron a su lugar de origen: la comunidad de Santiago Tenango, en el municipio de General Felipe Ángeles, donde fueron descubiertos en 2017.
Tras el despliegue de un operativo, el material paleontológico fue trasladado del Murep a esa población, donde especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Ubicado en el salón anexo de la presidencia auxiliar de esa comunidad, y el cual es asesorado por la institución.
Una de las piezas icónicas que se presentaba eran los restos del gliptodonte, los cuales se exhibirían por un año y medio, para regresar en 2020 a la comunidad donde fueron hallados.
Pero debido a la contingencia sanitaria el retorno se retrasó.
Tras su hallazgo por parte de habitantes del Barrio de Analco, perteneciente a la junta auxiliar de la localidad antes mencionada, se hizo el rescate del fósil a finales de 2017.
Se trasladó a las instalaciones del Instituto en esa entidad, donde el paleontólogo se encargó de la estabilización y estudio del material.
Mientras que la Sección de Museografía acondicionó las vitrinas y espacio para su exhibición en el Museo Regional.
Para hacer trabajo de investigación asociados con otros ejemplares de esa especie, pariente de los armadillos actuales; se trataba de animales herbívoros que vivieron hace más de 10,000 años.
Llegando a medir más de tres metros y pesar poco más de dos toneladas.
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