Por: Daniel González
En un buen partido de baloncesto en el Auditorio del Pueblo, donde Durango peleó hasta el final, el marcador fue de 64-58, una derrota más para Leñadoras, aunque se vio de mejor forma sobre la duela.
Partido trabado
Los primeros instantes fueron complicados para ambas escuadras, quienes buscaban el aro sin lograr encontrarlo. El esquema hecho por Pedro Guzmán era claro, no permitir que las visitantes comenzaran a irse al frente en el marcador. Por momentos lo conseguían, pero las campeonas empezaron a anotar puntos.
Para el segundo cuarto, la situación seguía siendo favorable para las Mieleras de Guanajuato, le sacaban 15 puntos a Durango. De la mano de Brisa Silva, quien fue siempre un peligro latente en la defensiva leñadora, mientras que ni Dania González ni Angélica Molina podían hilvanar jugadas al frente.
Buena estrategia
Se fueron al descanso con un marcador de 31-19, parecía imposible que las duranguenses le compitieran, pero no contaban con una buena estrategia, la cual comenzó a darse desde el arranque de la segunda mitad. Una ofensiva más agresiva y mejor estructurada.
La ventaja disminuyó considerablemente, todo el tercer periodo fue de solo 10 puntos, había esperanza. Aunque la visita nunca dejó que fueran menos de esas 10 unidades, pero ya había un duelo de mucho poder. El Auditorio del Pueblo lució pletórico y el ambiente era inmejorable.
El tercer periodo concluyó 49-39, lo más importante era que las duranguenses encontraron la forma de neutralizar a Frida González, la jugadora más peligrosa de Guanajuato. Aunque la parte física también comenzó a hacer lo suyo, pues cada vez había menos rotación en la plantilla leñadora.
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Al final, a Durango no le alcanzó para poder vencer a las Mieleras, pero ya se vio de mejor forma, esto en relación a su partido anterior; sin duda fue una derrota más para Leñadoras, pero poco a poco se va notando un mejor proyecto.